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Barroco Tout

Iglesia de Santa Clara - Estella-Lizarra

Domingo, 2 de septiembre de 2018 - 20:15h.
Precio: 12.00 €

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Traverso
Carlota García

Violín
Izana Soria

Violoncello
Edouard Catalan

Clavecín
Ganaël Schneider

Inspirados por el sketch “El cuadro barroco” del grupo cómico Muchachada Nui, tuvimos la alocada idea de crear un grupo de música barroca y llamarlo Barroco-Tout (“barroco todo” en francés, la lengua en la que hablamos entre nosotros). En 2013 esta idea se convierte en realidad en el corazón de Europa: Bruselas. A esta ciudad llegamos desde España y Francia para estudiar la musique ancienne.

Somos cuatro músicos especializados en música antigua y uno de nuestros propósitos es alcanzar nuestro propio sonido como cuarteto. Queremos explorar el repertorio escrito para nuestra formación (traverso, violín, cello y clave) de compositores ya conocidos, y al mismo tiempo descubrir otros compositores que desgraciadamente han caído en el olvido. Nos gusta crear programas de concierto con historia y con Historia, abriendo la puerta a otras artes como la danza, la poesía o el cine.

Barroco Tout es una mezcla de orígenes, personalidades y bagajes muy diversos y queremos que eso se refleje en nuestra interpretación. Gusto francés y carácter latino para interpretar la música de las pasiones disfrazadas de estilos europeos. Un cocktail que esperamos sea refrescante y del gusto del público.

Después de esta declaración de principios, un poco de historia: en 2015 y 2016 fuimos seleccionados para ser parte el programa de EEEmerging (Emerging European Ensembles). Hemos tocado en festivales europeos como el Festival d’Ambronay, Fringe Festival Oude Muziek en Utrecht, Internationale Händel-Festspiele Göttingen, Festival Musiqu’3, Festival de Musique de Chambre en ll’Abbaye Musicale de Malonne y Riga Early Music Center. En 2016 ganamos el Premio del Público en el Utrecht Early Music Festival y el Concurso Sinfonietta. En 2017 ganamos el Primer Premio del International Young Artists Competition de York, lo que nos permitirá grabar durante 2018 nuestro primer disco con la casa Linn Records.

Programa

Georg Ph illip Telemann
(1681-1767)
Nouveaux Quatuors en Six Suites. Quatuor no.2 en la menor TWV 43:a2
Allegrement / Un peu vivement / Vite

Pieter Van Maldere
(1729-1768)
Trio Sonate I en Re Mayor
Andante / Fuga / Largo / Presto

Henri-Jacques De Croes
(1705-1786)
Trio Sonate VI para flauta, violín y bajo continuo en re menor
Largo / Fuga allegro / Grave / Allegro

Herman-François Delange
(1715-1781)
Sonate II a tre instrumenti para flauta, violín y bajo continuo en la menor
Largo / Allegro / Presto

Jean-Marie Leclair
(1697-1764)
Trio Sonate I op. 4 en re menor.
Adagio / Allegro ma non tropo / Largo / Allegro

Georg Phillip Telemann
Nouveaux Quatuors en Six Suites. Quatuor no.2 en la mineur TWV 43:a2
Flatteusement / Légèrement / Coulant

Duración aproximada: 1 horas y 15 minutos

Notas al programa

Hamburgo y París son dos ciudades separadas por poco más de novecientos kilómetros. Hoy en día, en un buen coche, podemos hacer el trayecto en unas diez horas, descansos incluidos. En avión, sin contar los tiempos de controles y de espera en el aeropuerto, en una hora y media. Actualmente un compositor hamburgués que sea invitado a estrenar una obra en la ciudad de la luz, sale de su casa la tarde anterior a comenzar con los ensayos y regresa al día siguiente del estreno. Suele ser bastante probable que tenga otros compromisos antes y después. En la primera mitad del XVIII el asunto presentaba otras características. Paradas había que hacer sí o sí, a no ser que uno pretendiese llegar con los huesos rotos por días traqueteando en un carruaje. Pero además, necesidades aparte, la concepción del tiempo era otra, y lo lógico era que en un viaje tan largo no contara tanto el hecho de hacerlo en el menor tiempo posible, como parece ser lo habitual en nuestra sociedad, como el de sacarle el mayor provecho posible. Para un artista viajar era una oportunidad no solo de disfrutar de las ventajas y oportunidades que le ofrecía el destino al que iba a llegar un día, sino también las que le podían deparar cada una de las ciudades por las que pasaba el camino. Así, la transmisión y el aprendizaje de las distintas manifestaciones del arte a través del camino, de la que la ciudad de Estella es testigo, duró unos cuantos siglos más allá del Medievo. Hoy, tampoco caigamos en esa tentación de pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor, las corrientes de influencia tienen simplemente otros cauces.

En 1737 Georg Philipp Telemann, nacido en 1681, emprende viaje desde Hamburgo con destino a París invitado por prestigiosos músicos franceses. El concierto que nos ofrece esta tarde Barroco Tout, bajo el sugerente título de Cuadernos de viaje, es una invitación a realizar ese trayecto musical escuchando piezas del compositor alemán y de otros contemporáneos que se encontraban en el camino de aquel viaje. Al lector atento al programa le habrá llamado la atención un detalle, la repetición, al comienzo y al final, de la misma composición de Telemann, el Cuarteto nº 2 en La Mayor TWV 43:a2 perteneciente al Nouveaux Quartuors en six suites. Quizá a más de uno, como me pasó a mí la primera vez que llegó a mis manos, ha pensado que se trata de un gazapo. No lo es. Creo que se trata de un recurso interesante que nos propone esta agrupación belga con, al menos, un par de interpretaciones en cuanto a su intencionalidad.

En 1730 había compuesto seis cuartetos publicados con el título de Quadri. Durante su estancia en París publica en 1738 otros seis con el título de Nouveaux Quartuors en six suites. (Las doce composiciones se conocen, desde su publicación conjunta a mediados del siglo XX, como los Cuartetos de París o Cuartetos Parisinos). En aquella fecha, la fama del compositor alemán, (perteneciente junto con Bach, Händel, Scarlatti y Rameau a lo que John Elliot Gardiner denomina la quinta del 85), con 56 años de vida y casi cincuenta de vida musical, era ya considerable y traspasaba fronteras. Telemann, como todo músico del momento, se había dejado impregnar por las corrientes musicales provenientes de otros compositores compatriotas y de distintos países europeos y él, así mismo, influía en otros más jóvenes que le veían como a un maestro indiscutible. Hoy hablamos de barroco musical como un periodo unitario. Pero Barroco son siglo y medio de música y varios países distintos con diferentes modos de hacer esa música. Hay mucho en común, pero también ciertas variaciones regionales que aprender. Pasará en el clasicismo y no digamos en el romanticismo, cuando lo nacional toma cuerpo como estilo. Al hacer referencia a la influencia de lo español, en Bocherini por poner un caso, enseguida pensamos en el rasgueado de la guitarra en sus obras de cámara. Digo esto de Bocherini y de la guitarra por ser algo cercano. Pero a menudo leemos en las reseñas de los conciertos, o en textos referidos a compositores, que, por ejemplo, “aúnan el estilo francés, italiano y alemán”. Estas consideraciones se refieren a rasgos más sutiles que se escapan al contenido de estas líneas introductorias del concierto. Quedémonos con el hecho de que los compositores del XVIII, para eso eran compositores, controlaban esas diferencias y sabían apreciarlas hasta el punto de aprender unos de otros y de aunar o de intentar hacerlo en sus propias obras, con mayor o menos consciencia.

Desconozco los motivos exactos por los que Cuadernos de viaje abre y cierra con este mismo cuarteto del viaje parisino. Dados a plantearnos el porqué (puede que el motivo sea solo ese, hacernos alguna pregunta antes de comenzar a escuchar la música) pienso que quizá sea como modo de darnos a entender una de estas dos cuestiones: Telemann, aun desde su posición de músico maduro y reconocido, al realizar ese viaje se dejó empapar por la música de otros compositores más jóvenes gracias a su mente abierta y a su capacidad de aprender de otros, y por tanto se presenta la misma obra como reconocimiento a esa influencia, o por el contrario, viajó, escuchó y quizá admiró otras músicas, pero él, como un músico ya maduro y reconocido, tenía su propio modo de componer, y comenzar y repetir con el mismo cuarteto es un modo de reafirmar esa convicción. Que cada uno se quede con la que más le guste. O con ninguna, que quizá me he excedido en mis elucubraciones...

No voy a atribuirme el mérito de lo que viene a continuación, es solo un resumen de las notas que la propia agrupación hace de los compositores del concierto y que me parece lo sufi- cientemente ilustrativa como para reproducirlo aquí con algunos añadidos y algunas modificaciones.

Pierre van Maldere (1729-1768) contaba solo ocho años cuando Telemann pasó por su Bruselas natal. No le veo a Telemann haciendo una Master Class con niños, pero sí a Maldere asistiendo a los ensayos y conciertos que el maestro dio en la ciudad, auspiciado por el príncipe Charles Alexandre de Lorraine, apasionado mecenas de las artes. A los 17 años Maldere era ya violinista de esa misma Capilla Real.

A cien kilómetros de distancia de Bruselas, en la ciudad de Lieja, Herman-François Delange (1715-1781) realizaba una floreciente carrera. Durante su larga vida, tuvo la oportunidad de ir a Italia, principalmente a Roma, de donde le queda una fuerte influencia del gusto italiano. En su segunda Sonata à tre instrumenti, que vamos a escuchar, se pueden encontrar muchos elementos que muestran cómo su estilo está avanzando claramente hacia el gusto de lo que llamaremos Clasicismo. Henri-Jacques de Croes (1705-1786) nació en Amberes pero desarrolló también su carrera en Bruselas y más tarde en Frankfurt, donde ejerció de Maestro de Música de la Capilla Real. En el Largo de su sexta sonata, se puede distinguir el lirismo propio del Aria operística barroca, mientras que la Fuga que sigue combina disonancias barrocas con rasgos que anuncian también el Clasicismo.

En París, Telemann tuvo la oportunidad de conocer a los músicos del Concet Spirituel, entre los que se encontraba el último de los compositores que escucharemos esta tarde, Jean-Marie Leclair (1697-1764). El Concert Spirituel es la primera organización de conciertos públicos con la suficiente longevidad como para establecer una tradición. Surge en 1725 de la mano de Anne Danican Philidor, quien consigue en esa fecha el privilegio de Luis XV de realizar conciertos fuera del monopolio de la Académie Royale de Musique, monopolio que se había mantenido tras la muerte del todopoderoso Lully. Los Concert Spirituel tuvieron lugar hasta el inicio de la revolución francesa. A pesar del origen sacro de las obras programadas en sus comienzos, de ahí el nombre de Espiritual, en la época en la que Telemann estuvo en contacto con la sociedad el contenido de los programas se centraba, casi en su totalidad, en obras profanas. En ellos escuchó música de otros y otros escucharon su música.

Nosotros no vamos a irnos hasta París esta tarde, al menos no físicamente. Pero sí podemos dejarnos llevar por esta música, montar en un antiguo carruaje tirado por caballos y viajar gracias a los sonidos de esta flauta traversa, este violín, este violonchelo y este clave, tal y como viajaron en su día anotados en unas partituras manuscritas bajo el brazo y en la memoria y los recuerdos de Telemann.

Manuel Horno
Musicólogo

ORGANIZA

COLABORA

Iglesia de San Miguel · Iglesia de Santa Clara

 

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